Enrique del Rivero 2 de diciembre, 2020 · 4 minutos
El vecino más ilustre de Villamayor de los Montes es el monasterio de monjas cistercienses de Santa María la Real. Su origen se remota al antiguo cenobio familiar de San Vicente y entre sus construcciones, fechadas en su mayor parte a lo largo del siglo XIII y muy influidas por el arte de la Catedral de Burgos y de Las Huelgas, destacan el claustro tardorrománico y la iglesia gótica abacial.
A comienzos del siglo X, un espeso bosque de encinas cubría buena parte del territorio regado por las aguas del modesto río Cubillo. Durante esos mismos años surgieron en la zona una serie de pequeñas localidades, que en su mayoría fueron repobladas por gentes de origen mozárabe y que por obvias razones paisajísticas incluyeron en su denominación un apelativo que hacia referencia a los cerrados montes circundantes. Este es el caso de Villamayor de los Montes, población en la que se encuentra el monasterio de monjas cistercienses de Santa María la Real.
El origen de este cenobio se remonta a un antiguo monasterio familiar que se levantó a principios del siglo XI, bajo la advocación de San Vicente, dentro de una extensa propiedad que en el año 935 había donado Mumadonna, madre del conde castellano Fernán González, al monasterio de San Pedro de Cardeña. En 1223 los propietarios venden sus derechos a Garcí Fernández y a su esposa, que se convierten en sus patronos y deciden formar una comunidad de monjas dependientes de Las Huelgas de Burgos.
Las obras del monasterio estaban concluidas en 1228, año en el que fue inaugurado solemnemente. De esa época han sobrevivido el claustro y la iglesia abacial. El primero es de estilo tardorrománico, tiene planta ligeramente rectangular y sus cuatro galerías están formadas por arcos de medio punto, sustentados por columnas cilíndricas pareadas y con capiteles que muestran una esquemática decoración con hojas vegetales. Hay que prestar atención al singular empedrado de guijarros que decora el suelo de las galerías y que es contemporáneo del resto de la construcción.
La iglesia abacial es de estilo gótico, se edificó a lo largo del siglo XIII, tiene una sola nave y en su airoso y elegante ábside se pueden rastrear influencias estilísticas de la Catedral y de Las Huelgas de Burgos. En el exterior de la cabecera se pueden admirar una serie de elementos decorativos que recuerdan a los del primer templo de la ciudad burgalesa: elementos vegetales, ménsulas con rostros humanos y gárgolas.
Tiempo, paciencia, manos delicadas y buenas materias primas son los mimbres con los que las monjas cistercienses de Villamayor de los Montes elaboran sus renombradas pastas, pasteles, tartas y trufas de chocolate. Se pueden adquirir en la portería del monasterio, donde reina el más agradable aroma a dulces recién horneados, y, on-line, a través de la página Web: www.monasteriodevillamayor.com.
Se debe salir de Burgos por la A-1, con dirección a Madrid. Tras recorrer unos veinte kilómetros hay que prestar atención para localizar la salida que desde la autovía enfila, a mano derecha, hacia Villamayor de los Montes. El monasterio se localiza en las afueras del pueblo.
En el monasterio pueden visitarse el claustro románico y la iglesia gótica. Las entradas se adquieren en portería (1,50€ por persona). Hay posibilidad de hacer esta visita guiada por una hermana de comunidad, en caso de ajustaros al horario que os proponemos abajo.
Fuera de este horario puede visitarse la Iglesia, abierta durante el día; se accede por el atrio exterior.
Fin de semana y días festivos
Sábado: 16:15 H- 18:15 H
Domingo: 10:45 H-13:15 H
16:30 H-18:15 H
Entre semana: Con cita previa, llamando al teléfono 947189001
Más información: www.monasteriodevillamayor.com