Enrique del Rivero 27 de octubre, 2020 · 3 minutos
El río Urbión que nace en las faldas del pico San Millán atraviesa en el primer tramo de su impetuoso recorrido el maduro hayedo de Santa Cruz del Valle Urbión. A su paso deja alguno de los rincones con más magia y atractivo de toda la naturaleza burgalesa. El interés botánico y paisajístico de este bosque se ve incrementado por la notable biodiversidad animal que habita en su densa umbría. Un paseo ideal para realizar en otoño y visitar, por la ‘Ruta de Enrique del Rivero’, el ‘haya más famosa de Burgos’.
La cabecera del Urbión está formada por multitud de arroyos y manantiales que se nutren de las abundantes precipitaciones que caen en la vertiente septentrional del pico San Millán. Gran parte de las laderas por donde descienden estos torrentes de montaña aparecen cubiertas por un maduro hayedo.
Este tipo de bosques, clímax en la zona, es una de las formaciones botánicas con mayor valor e importancia ecológica de todo el continente europeo. El haya, que es un árbol típico de la región atlántica o húmeda encuentra en la sierra burgalesa —una auténtica isla eurosiberiana rodeada por zonas de clima mediterráneo— su límite de dispersión como especie a nivel mundial. Debido a esta situación geográfica las hayas de la Demanda han adquirido una serie de ligeras diferencias morfológicas y de periodo vegetativo que las han hecho ser consideradas como una raza aparte. Junto a las hayas crecen serbales, algunos acebos y unos pocos tejos milenarios.
La belleza que encierra este bosque es única. El juego que se produce entre el agua que se precipita en sucesivas cascadas —encajadas a tramos en un profundo barranco— la tamizada luz que se filtra por el denso ramaje y la humedad que impregna los abundantes musgos y líquenes que cubren las piedras y los troncos de las viejas hayas muertas, transforman al hayedo en un lugar irrepetible.
El bosque de Santa Cruz del Valle Urbión sirve de refugio a una gran cantidad de animales. Mientras entre los mamíferos no es raro observar el rastro dejado por lobos, corzos, ciervos, jabalíes y lirones, en el torrente viven la nutria y el muy selectivo desmán de los Pirineos. En las zonas más altas crían la becada, el agateador norteño y el carbonero palustre.
Una vez en Santa Cruz del Valle Urbión y al final del pueblo hay que tomar una pista de montaña en buen estado que permite llegar en coche al área recreativa de Zarcia. Desde este lugar es preciso seguir caminando, siempre remontando el curso del río Urbión, hasta llegar al hayedo. El espectacular recorrido es sencillo y no tiene pérdida posible.
Además, está señalizado como Ruta de Enrique del Rivero para conocer el ‘haya más famosa de Burgos’. Desde el pueblo hasta este fotogénico árbol son unos 11 kilómetros entre ida y vuelta y con una pendiente moderada. Si decide llegar con el coche hasta el refugio y el área recreativa de Zarcia, se pueden descontar seis kilómetros.
Desde Burgos hay que salir por la carretera de Logroño, N-120, para, al llegar a Ibeas de Juarros, desviarse con dirección a Pradoluengo. Tras pasar por Arlanzón, Villasur de Herreros, Alarcia y Valmala se alcanza la entrada a Santa Cruz del Valle Urbión. Un carreteril asfaltado recorre en toda su extensión el alargado casco urbano.
Más información: www.sierradelademanda.com