14 de julio, 2020 . Ocho senderos que te dejarán huella

Laguna de Haedillo, el reino de los antiguos glaciares

Enrique del Rivero

Enrique del Rivero 14 de julio, 2020 · 3 minutos

En el Valle de Valdelaguna, protegida por un espectacular circo rocoso de casi 2.000 metros de altura y en el centro de un escenario natural privilegiado se localiza la laguna glaciar de Haedillo.

La laguna de Haedillo es la más occidental de todo el conjunto lagunar, de origen glaciar, que se esconde en la vertiente septentrional de la Sierra de Neila. Está situada a una altitud de 1.745 metros y junto a ella aparecen otras tres lagunas de menor entidad. Las huellas dejadas por la morfogénesis fría del Pleistoceno son visibles, además de en el cierre morrénico de la misma laguna, en el modelado de las rocas que forman el circo del Haedillo. Sus impresionantes paredones rocosos están formados por erosionadas cuarzoarenitas que alcanzan la máxima cota a los 1.890 metros de altitud. También en el interior del circo glaciar se detectan cuatro marcadas crestas morrénicas.

El entorno de la laguna de Haedillo es, por su carácter aislado y casi inaccesible, uno de los mejor conservados de toda la sierra burgalesa. Hasta casi su misma orilla llegan las hayas de un bosque que encierra en su interior una rara y valiosa planta con flores: la Corydalis intermedia.

En la laguna y en sus zonas húmedas adyacentes abundan los anfibios adaptados a las condiciones reinantes en la alta montaña: rana bermeja, ranita de San Antonio, tritón palmeado y salamandra común. Entre los mamíferos es muy frecuente la aparición de corzos y ciervos y tampoco es raro el paso del rey de la fauna salvaje burgalesa: el lobo ibérico.

Ruta a pie

Para llegar hasta la laguna de Haedillo hay que salir caminando —es preciso calcular unas siete horas entre ida y vuelta— de Tolbaños de Arriba con dirección a la dehesa del pueblo. Tras dejar a la izquierda la ermita de Nuestra Señora del Salterio hay que continuar ascendiendo hasta alcanzar, por un camino que surge a la derecha de un gran roble, la orilla del arroyo de Rompebarcas. Al llegar a un puente de cemento es preciso tomar una pista a la derecha, para, enseguida, desviarse por la primera pista que surge a la izquierda. Un refugio en ruinas señala una nueva desviación a la izquierda. Cuando se alcanza un lugar conocido como Los Infiernos, la antigua pista forestal, que termina de repente, deja paso a un estrecho sendero que se introduce con decisión en el bosque. Con el arroyo Rompebarcas siempre a la izquierda, el poco marcado sendero asciende zigzagueante entre los árboles. Unos hitos de piedras señalan en todo momento la buena dirección a seguir hasta alcanzar la orilla de la laguna.

Dehesa de Tolbaños de Abajo

Las dehesas boyales de los pueblos del Valle de Valdelaguna constituyen, por la calidad y variedad de los árboles que las forman, uno de los mayores tesoros paisajísticos y ecológicos de Castilla y León. La de Tolbaños de Abajo es una de las mejor conservadas y sobresale por la elevada media del porte y perímetro de casi todos los robles que la componen.

DATOS PRÁCTICOS

CÓMO LLEGAR

Desde Burgos a Sarracín y, por la carretera de Soria, a Salas de los Infantes. A la entrada de esta última localidad hay que desviarse, siguiendo la C-113, hasta llegar a Barbadillo del Pez. Desde este pueblo una carretera local conduce, tras pasar por Huerta de Abajo y Tolbaños de Abajo, al lugar habitado más cercano a la laguna de Haedillo: el pueblo de Tolbaños de Arriba. 

CARACTERÍSTICAS

Época recomendable: Todo el año.
Dificultad: Media.
Distancia y tiempo: 12 kilómetros y seis horas y media.
Más información: www.sierradelademanda.com