Enrique del Rivero 31 de agosto, 2020 · 3 minutos
El Valle de Sedano es uno de esos privilegiados territorios en los que los viajeros pueden ir de sorpresa en sorpresa sin apenas desplazarse unos kilómetros. Y uno de los casos más llamativos es el de Moradillo de Sedano y su iglesia románica.
En lo más alto de un espolón rocoso que preside el pueblo de Moradillo de Sedano se alza la iglesia de San Esteban. Fechada en el año 1188 y considerada como una de las joyas del románico burgalés, presenta una sola nave y su elemento más destacado es una magnífica portada profusamente decorada. Entre todo su rico repertorio iconográfico, en el que se distingue la influencia de uno de los maestros de Silos, sobresale con luz propia la representación del Pantocrátor rodeado de ángeles y profetas.
Edificada en el último tercio del siglo XII —en una de las ventanas del exterior se reseña el año 1188 como fecha de su construcción—, presenta una sola nave de tres tramos y su interior está cubierto con bóveda de cañón reforzada con arcos fajones doblados, que arrancan sobre capiteles sostenidos por haces de tres columnas. Los capiteles están decorados con arpías, centauros alados y elementos vegetales. En el interior de la iglesia también destacan el relieve —compuesto por un rosetón central de hojas en espiral con aves a los lados— del tímpano de una ventana ciega y unas originales columnas en zigzag adosadas a los muros.
En la fachada meridional se localiza, protegida por un pórtico más moderno, la portada de la iglesia. Considerada como una de las joyas escultóricas del románico del norte de Castilla, consta de un tímpano, tres arquivoltas y un grupo escultórico a cada lado. En el tímpano y dentro de la mandorla mística destaca la cuidada imagen del Pantocrátor. A su alrededor, cuatro ángeles que sostienen unos lienzos con las representaciones del Tetramorfos y que están acompañados por dos grandes figuras de profetas sedentes.
En la primera arquivolta se pueden ver los veinticuatro Ancianos del Apocalipsis tañendo instrumentos musicales, en la segunda están esculpidas escenas de la Matanza de los Inocentes, mezcladas con representaciones iconográficas de la Anunciación, la Visitación y la Huida a Egipto y la tercera aparece cubierta por una exuberante y cuidada decoración de hojas de acanto. Custodiando las arquivoltas se distinguen un par de grandes figuras —representan a los evangelistas— de pie sobre los hombros de otros dos personajes sentados que seguramente son profetas. Todo el conjunto descansa sobre ocho capiteles decorados con un variado repertorio iconográfico en el que llama la atención la representación de la Última Cena.
Moradillo de Sedano se esconde en uno de los recovecos del profundo y feraz valle excavado por el río Moradillo en los páramos circundantes. El pueblo, en el que abundan las casonas señoriales, aparece presidido por la iglesia románica de San Esteban.
Hay que salir de Burgos por la carretera de Santander, N-623. Tras pasar el cruce de Masa se descubre, a mano derecha, el ramal que enfila hacia Sedano. Dos kilómetros antes de esta localidad es necesario volver a desviarse por el carreteril que conduce hasta Moradillo de Sedano. La iglesia, a la que se llega por un empinado camino asfaltado, se encuentra en lo más alto del pueblo. Existe aparcamiento.
La iglesia se puede visitar los sábados y domingos de 11 a 13 horas. La llave la tiene José Luis, un amable vecino que vive en la casa más cercana a la iglesia y que mantiene la tradición familiar de enseñar la joya románica del Valle de Sedano. La entrada cuesta 1€.