Enrique del Rivero 17 de marzo, 2021 · 3 minutos
En el extremo más occidental de La Bureba, en la zona en donde este definido territorio encuentra su límite con el Páramo de Masa, aparece la pequeña localidad de Abajas. Presidiendo su caserío se alza una iglesia parroquial que, por la singularidad y belleza de las representaciones iconográficas de su portada, está considerada como una de las edificaciones románicas más interesantes de toda la comarca.
Sobre una terraza que se levanta encima del pueblo, abierta a unas dilatadas perspectivas de La Bureba, se descubre la iglesia parroquial de Santa María la Mayor. Aunque con añadidos posteriores, conserva casi al completo su estructura románica que consta de una nave cubierta por bóveda de medio cañón sostenida por arcos fajones y de un bello ábside semicircular con columnas adosadas y decorado con una fina imposta abilletada. El edificio románico se construyó en dos etapas. La primera a mediados del siglo XII, nave y cabecera, y una segunda hacia 1175, en la que se puede datar la portada.
El ábside, que en su interior está cubierto con bóveda de horno, se alza sobre un pódium y se articula en tres paños, separados por dos esbeltas columnas. que enlazan directamente con la cornisa. Los vanos son de arco de medio punto con tímpanos decorados con arcos ciegos y, en el de la ventana central, un original relieve geométrico. Entre los canecillos que decoran la cornisa llaman la atención los que figuran tres cariacontecidos semblantes.
Pero el resto más interesante del templo de Abajas es su portada. Abierta al mediodía y custodiada por un pórtico bastante más moderno, consta de dos arquivoltas y de un curioso tímpano decorado con arquitos ciegos polilobulados y sostenido por ménsulas lisas. La arquivolta interior muestra un espléndido repertorio de representaciones iconográficas en las que es fácil rastrear la influencia de la escuela silense.
Empezando por la izquierda se descubre un curioso entrelazado de elementos vegetales, la lucha de un hombre contra un dragón que bien pudiera ser la representación de San Jorge, una figura encapuchada quitándose una espina del pie, un jinete con un perro sobre la grupa de su caballo, un grifo y una arpía enfrentados, dos ciervos comiendo las hojas de un árbol que crece entre ellos, un ave rapaz devorando una presa y dos monstruosos trasgos de cuellos entrelazados.
En una esquina el compás de la iglesia de Abajas, a la derecha de la portada y justo enfrente del ábside se alza un añoso y retorcido moral (Morus nigra) que tiene cerca de 900 años de vida. Por lo que parece era una asentada costumbre que el mismo día de la solemne consagración de la iglesia se plantase un moral en el también sagrado atrio exterior del templo. La elección de este árbol no era casual ya que estaba considerado milagroso y de buen agüero por su elevada longevidad. Bajo su densa sombra se reunían los habitantes de Abajas para celebrar sus concejos y cerrar negocios. También era el lugar en el que los jóvenes solían comenzar sus noviazgos.
Este pueblo está situado en el límite occidental de La Bureba y la mejor manera para acercarse desde la ciudad de Burgos es tomar la carretera de Santander, N-623. En Sotopalacios hay que desviarse por la carretera de Villarcayo, CL-629, para, dos kilómetros antes de Cernégula, localizar el cruce que conduce a Abajas. También se puede llegar por la carretera de Poza de la Sal, BU-V-5021 y tomar la desviación a la altura de la localidad de Lences.